El turismo de naturaleza ha cobrado un auge inusitado, principalmente después de la pandemia, y la fauna es un elemento que requiere nuestra atención
ucho se ha debatido sobre el impacto del turismo al medio ambiente, especialmente en lo que se refiere a la huella de carbono, cómo reducir las emisiones de contaminantes de servicios como transporte y alojamiento, por mencionar algunos, sin embargo, poco se ha hablado sobre el daño a la fauna silvestre en los destinos turísticos.
El turismo de naturaleza ha cobrado un auge inusitado, principalmente después de la pandemia, en donde el viajero prefiere lugares espaciados y al aire libre.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo (Sectur), este segmento se divide a su vez en Turismo de Aventura, Turismo Rural y Ecoturismo, y es en este último en donde prestadores de servicios turísticos ofertan la observación de fauna y la participación en programas de rescate de flora y fauna como parte de sus actividades.
Como integrantes de la gran cadena de valor de la actividad turística, resulta imprescindible verificar que los touroperadores que se dediquen a las actividades relacionadas con la vida silvestre o en áreas naturales, cumplan los requisitos dictados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Algunas de las actividades turísticas más comunes que se relacionan con la fauna silvestre son:
- Liberación de tortugas
- Avistamiento de aves
- Buceo/Esnórquel
Si bien la lista es mucho más amplia, el mayor volumen de turistas que viaja a destinos de naturaleza practica alguna de estas actividades, por lo que es necesario que sus guías y operadores tengan la capacitación adecuada y sepan concientizar a los visitantes sobre la importancia de respetar y cuidar a la fauna silvestre, para conservar el equilibrio ecológico de nuestro planeta.
El turismo de naturaleza ha cobrado un auge inusitado, principalmente después de la pandemia, en donde el viajero prefiere lugares con espacios amplios y al aire libre.