Entrevista a la Country Manager en México de Universal Assistance
Por Cirze Tinajero

Al conocer un poco más sobre la vida de Silvina García es innegable que su trayectoria profesional se ha convertido en sinónimo de empoderamiento femenino y amor por los retos.
Con más de 35 años en el mundo del turismo, la Country Manager en México y directora Comercial Regional de Canales para Universal Assistance nos comparte un poco sobre su visión profesional y cuáles son los actuales retos que enfrentan las mujeres.
¿Cómo comienzas en esta industria?
Inicié como ejecutiva de ventas para una operadora mayorista en Argentina, me la pasaba visitando agencias, y luego de un tiempito entré a Travel Ace, que terminó pasando a Universal Assistance, y de ahí poco a poco la vida y los desafíos me llevaron a diferentes posiciones como supervisora de ventas, gerente comercial, hasta que me nombran directora comercial para Latinoamérica y después tomo.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu día a día?
Me considero una vendedora, me encanta vender, es lo que más placer laboral me da, así como liderar equipos y transformarlos. Mucha gente me pregunta por si no me aburro con este trabajo porque ya llevo muchos años en la compañía, pero en realidad la empresa ha cambiado tanto, que a lo largo de los años siempre me ha dado la oportunidad de tomar nuevos desafíos.
Soy una apasionada de la venta, todavía me gusta estar en el proceso de ventas, especialmente cuando se trata de grandes clientes. También disfruto mucho la formación, armar equipos y liderarlos. Me fascina enseñarles, explicarles cuál es nuestro propósito como empresa, y es una gran satisfacción ver que en algún momento están totalmente comprometidos.
¿Por qué decides mudarte a México?
Hace tres años, cuando mi jefe me ofreció vivir a México y encargarme de este mercado fue un gran reto. En ese momento ya había llegado a una super posición dentro de la compañía, pero vi un desafío y las ganas de tomarlo, me ganaron. En ese momento el producto no estaba tan presente en la cultura mexicana, por lo que fue idear una estrategia para incorporar en la mente de los consumidores la importancia de viajar siempre protegidos. Sin duda, para ello ha sido clave el papel del agente de viajes, porque es el medio más natural de distribución. Si ellos están convencidos de que hay que ofrecerlo, tenemos ya gran parte del camino ganado.
¿Cuál ha sido uno de los mayores retos que has enfrentado con el mercado mexicano?
Cuando llegué todo el mundo se quejaba de lo mismo, que no se podía conseguir personal con experiencia en turismo, entonces lo que nosotros hicimos fue empezar a contratar personas a las que les veíamos perfil comercial, pero que venían de otra industria, y los formamos desde cero, transmitiéndoles ese amor y compromiso por la empresa.
¿Qué ha sido clave para tu desarrollo profesional?
Quizá en su momento no me daba cuenta, pero ahora a la distancia lo veo, es complejo congeniar la vida familiar con la profesional, especialmente en posiciones de liderazgo. Tenemos como un mandato en la sociedad de que la mujer tiene que ocuparse de los hijos y el hombre es el proveedor, esto a pesar de que el mundo cambió, así como los roles establecidos. A mí todavía me pasa, cuando saben que me mudé a México, me preguntan a qué se dedica mi marido, si él estuvo de acuerdo con este cambio, y estoy segura que si fuera al revés, nadie le preguntaría: ‘tu señora qué hace’.
Hoy puedo decir que la gran base de mi éxito fue el apoyo de mi marido, pocos hombres se permiten tener a su lado a una mujer a la que le va muy bien. Él y yo hemos aprendido a ser equipo, entendimos que no somos iguales, y que justamente esas diferencias podemos transformarlas en fortalezas. Hemos aprendido a ser consejeros, uno del otro, y a guiarnos en pareja.
¿Cómo crees que se han desenvuelto las mujeres en el turismo?
Es una realidad que el 54% de quienes se dedican a este sector son mujeres, pero son muy pocas las que están en puestos importantes de poder, que son la cabeza de una compañía. Y muchas veces esto pasa porque no hemos entendido realmente lo que significa igualdad, no sólo es tener la oportunidad de acceder a grandes puestos. También es comprender que, así como una mamá puede llevar a los niños al médico, también lo puede hacer el papá, que no siempre la carga del hogar tiene que caer en una, que se puede compartir. Y que no está mal que seamos nosotras quienes traigamos el mayor ingreso económico a la casa.
No nos tenemos que convertir en hombres para liderar equipos, podemos hacerlo a nuestra manera, con nuestras fortalezas y diferencias.


