Claudia Córdova
Desde el año 1980, se celebra el 19 de febrero como el Día Mundial de las Ballenas. Esta iniciativa surgió a partir de una idea de Greg Kauffman, fundador de la Pacific Whale Foundation, con la finalidad de tomar conciencia sobre el peligro de extinción que sufren las ballenas jorobadas que viven frente a la costa de Maui, Hawái; y se hizo extensivo a todas las especies de ballena que existen en nuestro planeta.
Una manera de celebrar esta fecha, además de mantener limpios los océanos de materiales tóxicos, productos químicos y residuos de plástico e industriales, es entre otras acciones, asistir a un avistamiento de estos mamíferos marinos.
En México se puede hacer en Baja California, Mazatlán, Ensenada, Baja California Sur, Los Cabos, Nayarit, Bahía de Banderas, Huatulco y Puerto Escondido. A nivel mundial, en el Archipiélago de las Azores, Punto Madryn en la Patagonia Argentina, Punta Balandra en República Dominicana, Bahía Málaga en el Valle del Cauca en Colombia, en el Golfo del Corcovado en Chile, y el Estrecho de Gibraltar en España.
Esta actividad debe llevarse a cabo, por lo menos en México, de manera responsable contratando un servicio turístico que tenga la autorización de SEMARNAT. Algunas de las reglas para hacer este tipo de turismo son: la embarcación no debe rodear ni obstruir el camino de las ballenas, no debe separar a las madres de sus crías.
Promovamos la visita a las ballenas en diferentes destinos del mundo; pero como agentes de viajes responsables, compartamos con nuestros clientes no sólo los mejores hábitats para verlas, sino también, las mejores prácticas para que esa visita sea una experiencia inolvidable para ellos y esta especie sin igual.
