No es un secreto, y menos para quienes nos dedicamos a la industria del turismo, que viajar nos conecta con otros lugares y personas, al mismo tiempo que nos desconecta de nuestra rutina diaria y nos permite descansar, descubrir, conocer, aprender, valorar. Es un hecho que nos da la oportunidad de conocer nuevos rincones, costumbres y, en ocasiones, hasta nos regala la oportunidad de abrir nuestra mente.
De acuerdo con un reporte de The Economist Impact sobre el futuro del sector de los viajes y el turismo, la mayoría de la gente está de acuerdo con que viajar fomenta la tolerancia y la aceptación a través de experiencias con personas, lugares y culturas diferentes a las propias. Según dicho estudio, el 79% de los viajeros considera que los viajes amplían su visión del mundo, y siete de cada diez creen que aumentan su empatía hacia los demás.
Además, el intercambio cultural que experimentamos al viajar es inevitablemente una vía de doble sentido. El viajero no es el único que adquiere conocimientos e impresiones de las culturas con las que interactúa, y dos tercios de los encuestados coinciden en que el turismo receptor mejora la tolerancia hacia los extranjeros que visitan su localidad.
Sin duda, los beneficios sociales que dan los viajes son cruciales en aspectos culturales y económicos, pero actualmente ¿qué nos impulsa a viajar?
¿Por qué viajamos?
No podemos negar que las redes sociales se han convertido en un factor clave al momento de elegir el próximo destino a visitar. De hecho, conseguir la foto de perfil perfecta para las redes sociales parece ser un elemento decisivo para planear las próximas vacaciones.
De acuerdo con un estudio de American Express, casi la mitad de los encuestados están motivados para elegir un destino porque quedará bien en fotos o videos.
Esto va de la mano con el 48% que afirma que quiere ir a destinos de los que pueda presumir en las redes sociales. Aparte de la promesa de un buen selfie, el 75% de los viajeros también recurre a las redes sociales para investigar e inspirarse para su próximo viaje, siendo esta la fuente más común de inspiración para viajar, por encima de otras fuentes mediáticas y de la familia y los amigos.
