Reactivar el turismo en este destino no debe verse como un simple retorno a la normalidad
El devastador impacto del huracán Otis en octubre de 2023 y hace unas semanas el de John en Acapulco ha dejado cicatrices profundas, tanto en su infraestructura como en las vidas de miles de residentes. El paso de estos fenómenos ha arrasado con viviendas, negocios y servicios esenciales, dejando en claro que la recuperación no será sencilla ni inmediata. Sin embargo, en este sombrío escenario, el turismo emerge como un pilar fundamental que puede ayudar a acelerar el proceso de reconstrucción de la ciudad y de sus comunidades.
En la reactivación es fundamental la inversión en infraestructura y que esta asegure que los hoteles, puertos y caminos sean más resistentes a futuros huracanes son clave. Esto no solo protegerá a los turistas, sino también a los residentes que dependen de estos servicios para su sustento diario. Además, priorizar la sostenibilidad y la integración de prácticas ecológicas en el turismo puede atraer a un nuevo perfil de viajero, consciente del impacto ambiental y social de sus decisiones.
Resulta importante que las campañas de promoción turística qresalten los esfuerzos de reconstrucción y la seguridad de los visitantes pueden jugar un papel clave en este sentido. Los turistas, al elegir Acapulco como su destino, contribuirían directamente al crecimiento económico, ya que cada peso gastado en el destino no solo sostiene los empleos, sino que también ayuda a financiar las reparaciones y mejoras que la ciudad necesita con urgencia.
Sin embargo, es crucial que la reactivación del turismo sea inclusiva. No solo deben beneficiarse los grandes hoteles o las empresas internacionales, sino también los pequeños negocios locales, artesanos, pescadores y agricultores que forman parte integral de la cadena de valor turística. Crear programas de apoyo para estas comunidades, que han sido duramente golpeadas por el huracán, es una estrategia que, además de reactivar la economía, puede contribuir a una recuperación más equitativa y duradera.
Asimismo, el gobierno, tanto a nivel local como federal, debe desempeñar un papel activo en la coordinación de esfuerzos. La reconstrucción de la infraestructura turística debe ser una prioridad en la agenda de inversión pública, y la promoción del destino debe incluir incentivos para los visitantes, como paquetes turísticos especiales o descuentos en hospedaje y transporte. Estas medidas no solo atraerán a más turistas, sino que también enviarán el mensaje de que Acapulco está en pie, listo para recibir al mundo de nuevo.
¿Cómo está Acapulco?
De acuerdo con la Secretaría de Turismo de Guerrero, los principales accesos terrestres al puerto de Acapulco, como la Autopista del Sol, ya se encuentran operando con normalidad, garantizando el flujo continuo de visitantes y residentes.
A partir del 1 de octubre, se reanudaron los vuelos comerciales de Aeroméxico, Volaris, Mexicana de Aviación y Viva Aerobús desde destinos clave como Ciudad de México, Tijuana y Guadalajara. Asimismo, el Aeropuerto de Ixtapa Zihuatanejo ha estado operando con normalidad desde el 27 de septiembre.
En cuanto a la infraestructura hotelera, gracias a medidas preventivas, no se registraron turistas afectados, y los daños menores ya están en proceso de reparación y limpieza. Actualmente, hay 11 mil 500 habitaciones disponibles, la misma cifra que antes de la llegada del huracán, con el objetivo de alcanzar 15 mil habitaciones para diciembre.